Grossi dice que la prohibición de acceso del personal ucraniano a la central nuclear de Zaporiyia no amenaza la seguridad
El director general del OIEA, Rafael Grossi, dice que no existe ninguna amenaza directa para la seguridad debido a la prohibición de acceso del personal ucraniano a la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por Rusia, lo que causa "grave preocupación" en Ucrania.
Según Ukrinform, lo dijo en una entrevista con Reuters.
“La situación no es sostenible a largo plazo. Al mismo tiempo, en la configuración actual en apagado, el personal que está ahí puede hacer el trabajo”, dijo Grossi.
Cuando se le preguntó si había algún problema de seguridad relacionado con el personal que tiene prohibido el acceso a la central, respondió: "No directamente".
Aunque parte del personal ucraniano trabaja actualmente junto con rusos para operar la central, algunos ucranianos han sido expulsados de la misma por negarse a firmar nuevos contratos rusos.
Según Grossi, el número de los que se negaron es de unas 100 personas. El ministro de Energía de Ucrania, German Galushchenko, dijo que se trataba de "otra mentira rusa" y que la cifra real era de 380, y añadió que la falta de personal significaba que la situación que la situación "avanza hacia (un) accidente nuclear".
"Es una cuestión de subjetividad", dijo Grossi al explicar la discrepancia de las cifras.
Los comentarios se produjeron después de la reunión de Grossi con el presidente ruso Vladímir Putin el miércoles para discutir, entre otros temas, la central nuclear de Zaporiyia. Grossi dijo que Putin confirmó su cooperación para garantizar la seguridad de la central durante sus conversaciones.
El OIEA realizó una evaluación técnica de la situación actual en la central nuclear de Zaporiyia y discutió posibles planes futuros para reiniciarla dada su condición actual, dijo Grossi, sin dar más detalles.
Como informa Ukrinform, el central nuclear de Zaporiyia está bajo ocupación desde el 4 de marzo de 2022. Durante este tiempo, los rusos violaron repetidamente los principios de seguridad nuclear, colocando equipo militar en el territorio de la central, minando el territorio y aterrorizando al personal. Los invasores descuidan la decisión del OIEA de devolver la central nuclear de Zaporiyia al control de Energoatom.
A partir del 1 de febrero de este año, los rusos sólo permiten trabajar en la central nuclear de Zaporiyia a los empleados que tengan la ciudadanía rusa y hayan firmado contratos con una empresa rusa.