Cómo derrotar a Rusia: Kuleba insta a los escépticos a escuchar a Ucrania y nombra tres pasos
Los analistas occidentales, que consideran impensable un ataque ruso a un país de la OTAN, deberían escuchar a los ucranianos, que pensaban que era impensable una invasión a gran escala de Ucrania, y seguir un rumbo estratégico hacia la victoria.
Así lo dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, en su artículo para Foreign Policy, informa Ukrinform.
En su artículo, el ministro de Asuntos Exteriores da crédito a los escépticos ucranianos, cuyas voces se oyen cada vez más tras dos años de invasión rusa a gran escala, por el hecho de que la reciente contraofensiva no logró una liberación territorial instantánea, pero califica el pesimismo de injustificado y cree que una victoria ucraniana requiere resistencia estratégica y previsión.
El ministro de Asuntos Exteriores está convencido de que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha elevado las apuestas a un nivel en el que es imposible tomar decisiones a medias, y cualquier resultado que no sea una derrota rusa en Ucrania inspiraría a líderes autoritarios y agresores a seguir su ejemplo.
En respuesta a los escépticos, Kuleba cita tres factores para que los objetivos de Ucrania sigan siendo factibles en términos militares: ayuda militar adecuada (incluidos aviones a reacción, drones, defensa aérea, proyectiles de artillería y medios de largo alcance que permitan atacar profundamente la retaguardia del enemigo); rápido desarrollo de capacidades industriales en EE.UU., Europa y Ucrania, tanto para cubrir las necesidades militares de Ucrania como para reponer las reservas de defensa; un enfoque realista y basado en principios ante las perspectivas de negociaciones con Rusia.
"Con estos elementos, nuestros esfuerzos nos darán avances significativos en el frente. Pero para ello no hay que desviarse del rumbo y no llegar a la conclusión de que la lucha es desesperada simplemente porque una etapa no cumplió con las expectativas de algunos observadores", señala Kuleba.
El ministro de Asuntos Exteriores tampoco está de acuerdo en que congelar el conflicto reducirá las pérdidas de Ucrania y permitirá centrarse en la recuperación económica y la integración en la Unión Europea y la OTAN. También está seguro de que la pausa permitirá a las fuerzas de ocupación reforzar sus posiciones con hormigón y campos de minas.
“No hay razón para creer que Rusia no aprovecharía el respiro para planificar un ataque más brutal dentro de unos años, que podría involucrar no solo a Ucrania, sino también a países vecinos e incluso a miembros de la OTAN. Quienes creen que Rusia no atacará a un país de la OTAN después de celebrar su éxito en Ucrania deberían recordar lo increíble que parecía la invasión a gran escala de Ucrania hace apenas dos años”, agrega el ministro de Exteriores.
Además, Kuleba enfatiza que el apoyo a Ucrania no es ni nunca ha sido caridad; cada dólar invertido en la defensa de Ucrania produce dividendos netos de seguridad para sus partidarios. “Ucrania ha repelido con éxito la agresión rusa y ha evitado una escalada catastrófica en Europa gracias a la ayuda estadounidense, que representa aproximadamente el 3% del presupuesto anual de defensa estadounidense. Además, la mayor parte de este dinero se gastó en los Estados Unidos", señala.
Kuleba también dice que lo que más le llamó la atención fue la diferencia entre el estado de ánimo dentro y fuera de gabinetes durante su visita a Bruselas para una reunión ministerial de la OTAN la semana pasada, ya que no hubo, dice, narrativas derrotistas en los debates oficiales cuando los ministros asumieron compromisos firmes sobre la ayuda militar adicional y apoyo continuo.
Resumiendo, el jefe de la diplomacia ucraniana enfatizó que el mundo no debe dejarse engañar y creer que Moscú está lista para una solución justa mediante negociaciones. Aceptar las demandas territoriales de Putin, según el ministro, y recompensar su agresión significaría admitir el fracaso, lo que le costaría muy caro a Ucrania, a Estados Unidos y sus aliados, y a toda la arquitectura de seguridad global.