Icebergs “voladores” avistados cerca de la estación ucraniana en la Antártida
La 26ª expedición antártica ucraniana observó recientemente un fenómeno inusual: icebergs e islas gigantes enteros parecían "flotar" en el aire sobre la superficie del Océano Austral.
Así se informa en la página de Facebook del Centro Nacional de Investigaciones Antárticas, informa Ukrinform.
“Son espejismos, los mismos que se pueden ver sobre el asfalto caliente de las carreteras o las arenas del desierto. Sin embargo, sobre el agua del océano, tal espejismo ocurre exclusivamente en las regiones polares, y con mayor frecuencia alrededor de la Antártida, porque aquí el aire frío del continente tiene la oportunidad de salir al océano relativamente cálido y sin hielo. A diferencia de los espejismos del desierto (o asfalto), que se forman como resultado del calentamiento de la superficie por el sol, en la Antártida el contraste de temperatura requerido se mantiene debido al calor del océano acumulado durante el verano. Por lo tanto, aquí los espejismos pueden no desaparecer durante días, o incluso semanas", dice la publicación.
El Centro Nacional de Investigaciones Antárticas señala que los espejismos se forman debido a la refracción anómala de la luz en la atmósfera, cuando, además de los objetos en su posición real, también aparecen sus imágenes imaginarias.
“Son el resultado del reflejo interno de los objetos en la atmósfera. Una fina capa de aire caliente “se pega" sobre la superficie, sin tener tiempo para subir y moverse; actúa como un espejo torcido, a veces incluso acercando objetos distantes. El horizonte que ve el observador en este momento es condicional, se encuentra por debajo del presente. Cuanto mayor sea el contraste de temperatura sobre el océano, más bajo se ubicará el horizonte condicional y se formará una franja de espejismo más gruesa. Y el borde notablemente irregular del horizonte provoca turbulencias que se producen en el borde de las capas de aire cálido y frío, que, a su vez, están determinadas por la velocidad del viento y la altura de la ola oceánica”, explican los científicos.
También señalan que lo más probable es que la leyenda del barco volador también se base precisamente en el fenómeno de un espejismo.
“Es bueno que los icebergs voladores sean solo un espejismo, de lo contrario, además de levantar a los pingüinos, nuestros exploradores polares tendrían que ahuyentar enormes trozos de hielo de la estación”, dice irónicamente el Centro Científico.
SM