Hoy se conmemora el aniversario del accidente de Chornóbyl
El viernes 26 de abril, se cumple el 38º aniversario del mayor desastre provocado por el hombre en la historia de la humanidad.
El 26 de abril de 1986, a la 01:23, una poderosa explosión química arrasó la unidad de energía 4 de la central nuclear de Chornóbyl, destruyendo parte de la unidad del reactor y la sala de máquinas.
Como consecuencia de la explosión, se produjo un incendio que se extendió hasta el techo de la unidad de energía 3. Los bomberos estuvieron extinguiendo el incendio hasta las 5:00 horas. Sin embargo, el incendio dentro de la unidad 4 no se extinguió por completo hasta el 10 de mayo, después de que la mayor parte del grafito se hubiera quemado.
Como resultado del desastre, se formó una nube radiactiva que cubrió los territorios de las actuales Ucrania, Belarús y Rusia, así como áreas de muchos países europeos, incluidos Suecia, Austria, Noruega, Alemania, Finlandia, Grecia, Rumania, Eslovenia, Lituania y Letonia. Según la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES), el accidente fue clasificado en el nivel 7, que es el más alto.
Desde el principio, Moscú y los dirigentes de la República Socialista Soviética de Ucrania ocultaron a la población que se había producido un accidente grave y no advirtieron sobre las consecuencias del desastre. Suecia fue el primero en informar de un aumento del nivel de radiación. La URSS emitió su primer anuncio oficial el 28 de abril.
En los primeros días después del accidente, la población de una zona de 10 kilómetros fue evacuada antes de que la zona de evacuación se ampliara a un perímetro de 30 kilómetros. La contaminación radiactiva afectó a 2.293 asentamientos en Ucrania en los que vivían más de 2,6 millones de personas. Como resultado del desastre, más de 5 millones de hectáreas de tierra fueron retiradas del uso agrícola.
Para evitar una mayor propagación de la radiación, a finales de 1986 se cubrió el reactor afectado con un sarcófago especial. Según estimaciones de los expertos, alrededor del 95% del combustible nuclear que se encontraba en el reactor en el momento del accidente permaneció debajo del mismo, al igual que una cantidad significativa de sustancias radiactivas en los restos del edificio destruido. Por razones de seguridad, el 15 de diciembre de 2000 se paralizaron las operaciones en la central nuclear de Chornóbyl. Al mismo tiempo, el objeto “Ukryttya” (Sarcófago), construido en 1986, se fue deteriorando poco a poco.
Ucrania hizo un llamamiento a la comunidad internacional para celebrar una licitación de proyectos para transformar objeto “Ukryttya” (Sarcófago). En 2004 se llevó a cabo una licitacion para el diseño y construcción de un nuevo sarcófago, el Nuevo Confinamiento Seguro. Su construcción se inició en 2012. El 29 de noviembre de 2016 se erigió el Arco del Nuevo Confinamiento Seguro sobre las instalaciones del Sarcófago. El 10 de julio de 2019, la empresa estatal especializada “Central Nuclear de Chornóbyl” puso en funcionamiento el complejo “Nuevo Confinamiento Seguro”.
A principios de 2022, la central nuclear de Chornóbyl quedó bajo ocupación rusa. Los invasores se apoderaron del territorio de la central nuclear de Chornóbyl, situada cerca de la frontera con Belarús, el primer día de la invasión a gran escala, el 24 de febrero. Capturaron al ejército ucraniano desplegado en la zona y mantuvieron como rehenes al personal civil de la central.
Los invasores permanecieron en la zona de Chornóbyl durante cinco semanas. Como resultado de sus acciones, la central nuclear se quedó varias veces sin suministro de energía, necesaria para enfriar el combustible gastado. En ese momento, el mundo estaba nuevamente al borde de otro gran desastre.
Tras la liberación de la central nuclear de Chornóbyl, se registraron numerosos casos de destrucción y desmontaje de equipos. Ni una sola instalación quedó intacta, los muebles fueron rotos y los ordenadores y equipos de oficina fueron saqueados o destrozados.
Además, los ocupantes desactivaron el Sistema Automatizado de Control de Radiación, que incluye 39 sensores que miden la radiación gamma.
Según la Agencia Estatal para la Gestión de la Zona de Exclusión, las pérdidas causadas a la zona y las empresas ubicadas en ella ascienden a más de 100 millones de euros.
Mientras tanto, la central nuclear de Zaporiyia sigue bajo ocupación rusa, que los invasores utilizan como base militar. Minaron el perímetro de la central nuclear y siguen guardando equipos pesados y municiones en las salas de turbinas y armas en los techos de las unidades de energía. La central nuclear ha experimentado ocho apagones. En la planta se observan procesos destructivos y degradación de los equipos, ya que no se realizan reparaciones en medio de constantes interrupciones en el suministro de energía, un mayor nivel de riesgo de incendio y violaciones sistemáticas de los requisitos de seguridad nuclear y radiológica.