Exteriores rechaza las acusaciones de la ONU de presunta restricción de la libertad religiosa en Ucrania

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania rechaza las conclusiones del informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la "justificación insuficiente" de la prohibición de las actividades de las organizaciones religiosas relacionadas con la Federación Rusa.

Así se afirma en un comentario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania, según Ukrinform.  

"Rechazamos las conclusiones de la ONU sobre las enmiendas a la Ley de Ucrania "Sobre la protección del orden constitucional en el ámbito de las actividades de las organizaciones religiosas" y consideramos que distorsionan la realidad", dijo el departamento de política exterior.  

El Ministerio de Asuntos Exteriores destacó que esta Ley no prohíbe ninguna de las iglesias existentes en Ucrania, sino que sólo impide la subordinación de las organizaciones religiosas en Ucrania a los centros de gestión ubicados en el Estado que ha llevado a cabo o está llevando a cabo una agresión armada contra Ucrania y/o parte temporalmente ocupada de su territorio, así como organizaciones religiosas que apoyan la agresión armada contra Ucrania.  

"Recordamos a la ONU que Rusia usa sistemáticamente la religión como arma en su guerra de agresión contra Ucrania. El Estado ruso, a través de la Iglesia Ortodoxa Rusa, controlada por ella, santifica las atrocidades contra los ucranianos y elogia a los criminales que las cometen. En este contexto, el Estado tiene el deber de proteger a sus ciudadanos de la influencia destructiva del Estado agresor, en particular mediante el uso de organizaciones religiosas que en la Federación Rusa se fusionan con el Estado y han declarado directamente su objetivo: la destrucción del Estado, la cultura y la identidad de Ucrania", afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores. 

El Ministerio de Asuntos Exteriores destaca que la Ley tiene un objetivo legítimo y es necesaria en una sociedad democrática, prevé un procedimiento democrático en el que el tribunal tiene la última palabra. Además, es la menos onerosa, ya que "no impone una carga a la conciencia de los creyentes, sino que sólo los libera de la presión de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que, como se destaca en la Resolución de la APCE, "es una extensión ideológica del régimen criminal", afirman los diplomáticos. 

En este sentido, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania recuerda que es Rusia la que comete numerosos crímenes contra la libertad religiosa durante su guerra de agresión. En particular, se trata de asesinatos deliberados de creyentes y figuras religiosas, destrucción de edificios religiosos y lugares sagrados en toda Ucrania, persecución de comunidades religiosas que no pertenecen a la Iglesia Ortodoxa Rusa en los territorios temporalmente ocupados de Ucrania.  

"Esperamos que, en sus informes, la Misión de Monitoreo de los Derechos Humanos de la ONU siga proporcionando evaluaciones objetivas de la situación real de la libertad de religión en Ucrania y registrando los crímenes rusos contra los creyentes, las comunidades religiosas y los líderes, así como los bienes de la iglesia", señala el Ministerio de Asuntos Exteriores.  

Como informó Ukrinform, el 20 de agosto de 2024, la Verjovna Rada aprobó la Ley "Sobre la protección del orden constitucional en el ámbito de las actividades de las organizaciones religiosas", que prohíbe las actividades de las organizaciones religiosas relacionadas con la Federación Rusa en el territorio de Ucrania.  

Fue firmada por el presidente, Volodymyr Zelensky, el 24 de agosto.  

En diciembre, Zelensky informó que los ocupantes rusos mataron a 50 sacerdotes y destruyeron unas 700 iglesias durante la guerra.  

En un informe del 31 de diciembre, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos calificó la nueva ley de Ucrania sobre la disolución de organizaciones religiosas como "insuficientemente justificada" y afirmó que la amenaza a la seguridad nacional "no es razón suficiente para restringir la libertad de religión". 

AV