Aceleración de la integración europea, lucha por el cielo y alarma nuclear
Ucrania sigue exigiendo sin éxito que la OTAN cierre el cielo sobre nuestro país. Rusia no sólo capturó la central nuclear de Chornobyl y atacó y tomó la central nuclear de Zaporiyia, que es la más grande de Europa, sino que también está tratando de difundir falsedades sobre el deseo de Ucrania de construir una bomba nuclear sucia.
Foto: Stas Yurchenko, Graty.media
En la guerra de Rusia contra Ucrania, muchas cosas salieron mal. Más de 10.000 invasores fueron matados, hay cementerios enteros del equipo quemado, cientos de rusos fueron hechos prisioneros. El mantra de Vladímir Putin sobre el lanzamiento de una "operación militar especial" según lo previsto y de acuerdo con un plan difundido por los medios de propaganda está dirigido a los ciudadanos rusos. Ante sus ojos, el país más grande del mundo se está convirtiendo en algo similar a Corea del Norte: la abandonan las empresas multinacionales conscientes y los sistemas de pago Visa y Mastercard, se restringen las inversiones, varios bancos se desconectan de SWIFT y los países occidentales están debatiendo seriamente el posible embargo sobre los recursos de energía rusos.
Ucrania ha actuado de forma asimétrica en el frente diplomático, presentando una solicitud sobre su ingreso en la Unión Europea, lo que, en general, fue bien recibido en el Parlamento Europeo, donde fue presentada por el presidente ucraniano. Sin embargo, debe entenderse que un fuerte impulso en el camino hacia la integración europea no significa la pronta adhesión a esta unión más grande de derechos, libertades y oportunidades del mundo. Los líderes de la UE dicen abiertamente que el verdadero proceso de negociación (que puede ser largo) comenzará después del final de las hostilidades. Sin embargo, la solicitud sobre la adhesión a la Unión Europea significa que Ucrania caerá en su órbita de influencia. Esto se sintió en Chisináu y Tiflis, por lo que Moldavia y Georgia también solicitaron de manera operativa su ingreso en la UE, a pesar de que ambos países no se sumaron a las sanciones impuestas por Bruselas a Rusia después del 24 de febrero.
Desafortunadamente, la disposición anunciada por los líderes de la Unión Europea de entregar a Ucrania 70 aviones de combate de fabricación soviética, que están en servicio en varios países de la OTAN, no se ha implementado. Es difícil decir inequívocamente qué obstáculos burocráticos impiden hacerlo, cuando decenas de niños y cientos de civiles en los pueblos ucranianos se han convertido en víctimas de los ataques rusos. La negativa de la OTAN a cerrar el cielo sobre Ucrania es un poco más clara: la Alianza enfatiza que no quiere ni siquiera insinuar una posible confrontación militar con Rusia. Es una posición un poco extraña para una alianza que une a 30 países, que es la más poderosa del mundo en términos militares.
Mientras tanto, Rusia no sólo ha llevado al mundo al borde de una catástrofe nuclear al lanzar bombardeos con artillería contra la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, sino que también ha comenzado a difundir falsedades a nivel estatal sobre los planes de Ucrania para construir una bomba nuclear sucia. Es lo que fue declarado personalmente por Vladímir Putin y Serguéi Lavrov. Sus palabras fueron difundidas por la propaganda rusa. El Kremlin está tratando deliberadamente de desacreditar a Ucrania y sus dirigentes ante los ojos de la comunidad mundial, ignorando el hecho de que el mundo civilizado no da crédito a tales declaraciones.
Yevguén Magda, Instituto de Política Mundial
AV