Borrell: La guerra de Rusia contra Ucrania ha puesto en riesgo de hambruna a 323 millones de personas
Según Ukrinform, el alto representante de la UE, Josep Borrell, lo dijo hoy en un discurso en la reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G20 en Bali, Indonesia, informa el sitio web del Servicio Europeo de Acción Exterior.
"La guerra de agresión contra Ucrania aumentó drásticamente la crisis alimentaria. En solo dos años, el número de personas que padecen inseguridad alimentaria grave se ha duplicado, de 135 millones del periodo anterior al de la pandemia de COVID-19 a 276 millones de a principios de 2022 y 323 millones que tenemos ahora. Ahora, con esta guerra, 1.200 millones de personas, una de cada seis personas en el mundo, se encuentran en circunstancias difíciles debido a los precios más altos de los alimentos, la energía y las condiciones financieras más estrictas”, señaló el alto representante de la UE.
Agregó que la situación podría empeorar. Rusia bloquea 20 millones de toneladas de grano almacenadas en los graneros de Ucrania. Este es un intento deliberado de Rusia de usar los alimentos como arma en una guerra librada no sólo contra Ucrania, sino también contra los países más vulnerables del mundo. La región más grande de este tipo es África, donde muchos países dependen en gran medida de los suministros de cereales y fertilizantes de Ucrania.
"Esta crisis es causada únicamente por las acciones de Rusia: invadió el ‘granero del mundo’ y convirtió las rutas de suministro en el mar Negro en una zona de hostilidades. Hay una necesidad absoluta de actuar de inmediato", dijo Borrell.
Señaló que los esfuerzos de la UE para resolver esta crisis se centran en cuatro direcciones principales.
La primera es la solidaridad. La UE ha movilizado más de 7.000 millones de euros para 2024 a fin de dar la respuesta mundial a la inseguridad alimentaria. Otra prioridad es apoyar la disponibilidad de alimentos manteniendo la estabilidad macroeconómica de los países vulnerables.
La segunda dirección es aumentar la producción de productos alimenticios. La UE está trabajando para aumentar dicha producción y mejorar la seguridad alimentaria de los países más vulnerables. Con este fin, la UE suprimió todas las restricciones a la exportación de productos agrícolas a Europa.
La tercera dirección es la revitalización del comercio. Dado que los esfuerzos de la ONU para desbloquear las rutas de suministro del mar Negro han sido frustrados por Rusia, la UE ha logrado conseguir algunos avances en el transporte de cereales a través de rutas alternativas por los "corredores de solidaridad" liderados por la UE. Según Borrell, en junio se exportaron 2,5 millones de toneladas de cereales por estas vías, mientras que en abril el volumen exportado había ascendido a tan solo 1 millón de toneladas. Sin embargo, Borrell ha señalado que este camino sigue siendo "caro y lento" para solucionar por completo el problema alimentario. Además, la próxima cosecha será de 50 millones de toneladas adicionales de grano, por lo que las capacidades extranjeras para almacenar el grano ucraniano se están volviendo cada vez más importantes.
La cuarta palanca para resolver el problema es un enfoque multilateral en el marco del Grupo de Respuesta a la Crisis Global de la ONU.
Al igual que en la situación alimentaria, las sanciones europeas no son la razón de los altos precios y las condiciones de mercado más estrictas en el sector energético. La verdadera causa de tales problemas son las reducciones creadas artificialmente en los suministros de energía, especialmente el gas de Rusia. Para resolver este problema, la UE está reforzando la cooperación con socios clave en el mercado energético mundial y aumentando al máximo sus propias capacidades de producción de energía.
"La transformación verde será una receta clave para crear un sistema energético sostenible y asequible en todo el mundo. Esta crisis nos impulsó a aumentar y acelerar esa transición. También estamos diversificando nuestro suministro de energía al celebrar acuerdos de asociación en la producción de hidrógeno con socios confiables”, dijo Borrell.
“Incluso las soluciones rápidas a muchos de estos problemas están en manos de una sola persona, el presidente Putin, quien debe poner fin a esta guerra sin sentido para evitar un desastre mundial en alimentos y energía”, subrayó el alto representante de la UE.
El 24 de febrero, Rusia inició una guerra contra Ucrania. Como resultado del ataque ruso, se bloquearon los puertos ucranianos y la exportación de más de 20 millones de toneladas de grano, que estaba destinado, entre otras cosas, a ayudar a los países más vulnerables en el marco del Programa Mundial de Alimentos de la ONU.
La Unión Europea ha organizado "corredores de solidaridad" en las fronteras con Ucrania, que facilitan la exportación de cereales ucranianos por otras rutas, incluidas las vías navegables interiores, el ferrocarril y el transporte por carretera.
AV
