La Asamblea General es órgano deliberativo y representativo de la ONU, en el que Rusia no tiene derecho de veto. Sus decisiones son recomendatorias, pero muestran el enfoque global de la guerra contra Ucrania. Hace más de dos años, sus ciento cuarenta y un Estados miembros aprobaron la resolución que pedía la retirada inmediata, completa e incondicional de todas las fuerzas militares rusas de las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania. Cinco países votaron en contra.

Cada año, la Asamblea General elige un presidente que dirige los debates de las reuniones y supervisa el cumplimiento de las normas. Ahora es Dennis Francis, un diplomático de Trinidad y Tobago. Visitó Ucrania esta semana, la primera visita del presidente de la Asamblea General en 30 años. Ukrinform habló con Francis sobre el objetivo de su viaje, la audacia de la agresión rusa y su influencia sobre el agresor.

APROVECHAMOS TODAS LAS OPORTUNIDADES PARA INSISTIR EN QUE RUSIA SE RETIRE DE UCRANIA

Pregunta: Es la primera visita del presidente de la Asamblea General a Ucrania en más de dos años de invasión a gran escala. ¿Qué le llevó a ello y cuáles son sus objetivos?

Respuesta: Hoy descubrí que la última vez que un presidente de la Asamblea General visitó Ucrania fue hace 30 años. Es mi primera visita a Ucrania y el propósito de la misma es ver por mí mismo cuál ha sido el efecto de la guerra en este país, qué desafíos se han creado para Ucrania a raíz de la agresión rusa y qué estrategias está utilizando el país para superar estos desafíos.

La Asamblea General de la ONU jugó un papel activo durante el desarrollo de la guerra en Ucrania, adoptamos varias resoluciones decisivas sobre esta guerra. Por eso quería venir personalmente a hablar con los miembros del gobierno, a hablar con la gente corriente que conocí, por ejemplo, en Bucha, para ver con mis propios ojos lo que está sucediendo en este país.

De hecho, es un intento de descubrir lo que ha ocurrido en el territorio de Ucrania en los últimos tres años.

P: La Asamblea General no está paralizada por Rusia con su derecho de veto, a diferencia del Consejo de Seguridad. 141 Estados miembros han aprobado la resolución para condenar esta guerra, pero, lamentablemente, Rusia descuida esta decisión. Descuida la decisión del Tribunal de la ONU de retirar sus tropas del territorio ucraniano. ¿Puede la Asamblea General o cualquier otro organismo internacional encontrar una manera de obligar a Rusia a seguir la Carta de la ONU?

R: Lo que esperamos de todos los miembros de las Naciones Unidas es que respeten las disposiciones de la Carta y no violen sus reglas. En el presente caso, la Federación Rusa ha infringido las normas y violado la integridad territorial de Ucrania.

La Asamblea General de las Naciones Unidas, el órgano más grande y democrático de las Naciones Unidas, ha sido muy explícita con la Federación Rusa: ustedes violan los principios fundamentales de la organización; por lo tanto, esperamos que corrijan ese comportamiento lo antes posible. La resolución exige la retirada total e inmediata de todas las tropas rusas del territorio de Ucrania.

Ahora, la Asamblea General ha aprobado varias resoluciones en ese sentido. No tiene los medios para obligar a Rusia ni a ningún otro país a cumplir. Sin embargo, si es miembro de una organización establecida en base a reglas debe cumplirlas.

Esperamos y aprovechamos todas las oportunidades que tenemos a nuestra disposición para insistir a los rusos en que se retiren de Ucrania y cumplan con sus obligaciones en virtud de la Carta. Eso es lo que tiene que suceder. Ése es el comportamiento legal que las Naciones Unidas esperan de sus 193 Estados miembros.

Un Estado no puede violar la ley de la manera más flagrante y esperar que no suceda nada. Hay consecuencias y deben saber que han cometido una infracción; por lo tanto, necesitan arreglarlo. Cuanto antes lo solucionen, mejor para todos.

Mientras continúe la guerra en Ucrania, mientras la Federación Rusa mantenga tropas en suelo ucraniano, la Asamblea General insistirá en que los rusos están violando la ley y que deben cumplirla. Deben tomar medidas para que todo se ajuste a la ley.

P: ¿Ha encontrado alguna interferencia de Rusia en su trabajo? ¿Intentaron impedirle alguna actividad?

R: No, no puedo decir que lo haya encontrado. Mi trabajo como presidente de la Asamblea General es reflejar seriamente la voluntad, las expectativas y las opiniones de la Asamblea General.

Cuando hablo de la situación de la guerra en Ucrania, hablo en nombre de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Hasta donde yo sé, la Federación Rusa no ha intentado declarar el juicio político contra mí. Son miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sus derechos como miembro permanecen intactos. Se les trata justamente, como a todos los demás miembros, con la misma cortesía y respeto. Estoy satisfecho de que traten el cargo de presidente de la Asamblea General con la misma cortesía y respeto que todos los demás miembros.

UCRANIA SEGUIRÁ EN LA AGENDA DE LA ONU

P: ¿Ha visto documentos que demuestren que Rusia es un miembro legítimo de la Asamblea General o del Consejo de Seguridad? ¿Hubo alguna decisión o votación para que Rusia reemplazara a la URSS con su derecho de veto en el Consejo de Seguridad?

R: No tengo conocimiento de la existencia de ningún documento.

Usted ha dicho la palabra "miembro legítimo del Consejo de Seguridad". Yo no estaba en la ONU cuando sucedió. Se suponía que esto sucedería en la época del colapso de la URSS en 1990-1991.

Pero no, todavía no he visto ningún documento. Y no sé si existe tal documento.

P: ¿Cuáles son sus expectativas respecto del próximo período de sesiones de la Asamblea General y de su sucesor, el ex primer ministro de Camerún, Philémon Yang, y de la presidencia rusa del Consejo de Seguridad?

R: La presidencia rusa del Consejo de Seguridad dura hasta el 31 de julio.

El nuevo Presidente de la Asamblea General asumirá ese cargo en septiembre de este año. Para entonces, los rusos habrían completado su mandato como presidente.

Cada presidente entrante de la Asamblea General tiene un programa de trabajo que pretende implementar. Le sugiero que visite el sitio web de la Asamblea General de las Naciones Unidas para familiarizarse con el programa de trabajo propuesto por el próximo presidente electo de la Asamblea General, el primer ministro Yang.

Pero puedo decirles sin lugar a dudas que la agenda de las Naciones Unidas seguirá reflejando la importancia de la guerra en Ucrania porque ese asunto seguirá siendo un tema de la agenda de la Asamblea General.

No desaparecerá porque no vemos ningún indicio hasta el momento. Esperamos que las autoridades rusas decidan retirar todas sus tropas en septiembre de este año o antes, pero según lo que hemos visto hasta ahora, no hay garantía de que eso suceda.

Esa cuestión seguirá siendo una prioridad en el programa de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

LA ASAMBLEA GENERAL NO HARÁ CASO OMISO DE LAS VIOLACIONES LAS VIOLACIONES DE LA CARTA DE LA ONU EN UCRANIA

P: En este momento, la guerra entre Hamás e Israel obliga al mundo a centrarse no sólo en Ucrania sino también en Gaza. En este contexto, ¿cómo puede Ucrania evitar convertirse en un punto candente más en el mapa mundial de Asia, África y América Latina?

R: Las circunstancias que rodean la situación en Ucrania han sido muy peculiares. Por ejemplo, no ha habido una invasión en Medio Oriente. Nadie invadió como lo hizo la Federación Rusa en Ucrania. Por eso, no creo que la cuestión de Ucrania se convierta en un punto candente más.

Las circunstancias que llevaron a la acción militar en Ucrania lo distinguen. Esta fue una decisión que violó los principios básicos del derecho internacional. Es casi como si la Carta de las Naciones Unidas hubiera sido rota y tirada a la basura. Eso no puede suceder.

Las Naciones Unidas se construyeron hace aproximadamente 80 años sobre esos principios para evitar el flagelo de la guerra.

Ahora estamos viviendo en medio de las consecuencias de esta violación en Ucrania. Es tan fundamental que la Asamblea General no estará dispuesta a hacerlo caso omiso. Se encuentra en el centro mismo de todo lo que creemos en las Naciones Unidas. Sentó un precedente muy peligroso que es inaceptable. Uno que 141 países decidieron en el ejercicio de su voto no aceptar. No creo que haya ninguna manera de que eso vaya a cambiar.

Ivan Kosiakin, Kyiv

Foto de Evgeny Kotenko