
Katarína Mathernová: Apoyamos a Ucrania
Al conmemorar este triste aniversario, deseo reflexionar sobre el enorme impacto de esta guerra y la resiliencia del pueblo ucraniano. Desde que asumí mi cargo en septiembre de 2023, he sido testigo de primera mano de cómo la guerra de agresión de Rusia ha causado inmensos daños, desde el asesinato de personas inocentes y los atroces ataques contra la infraestructura civil hasta la destrucción generalizada de pueblos y ciudades.
Ucrania y el mundo democrático nunca deben olvidar el horror y las víctimas inocentes de la agresión rusa.
Bombardeo del Teatro Mariúpol (marzo de 2022)
Las fuerzas rusas bombardearon el teatro de Mariúpol, donde se refugiaban más de 1.000 mujeres y niños. El ataque causó numerosas víctimas humanas y fue clasificado como crimen de guerra.
Ataque a Járkiv (abril de 2022)
Las fuerzas rusas utilizaron municiones en racimo en Járkiv, matando a nueve civiles e hiriendo a otros 35. Entre las víctimas había mujeres y niños.
Ataques masivos con misiles (diciembre de 2023)
Las fuerzas rusas lanzaron un ataque con misiles a gran escala contra varias ciudades ucranianas, incluidas Dnipró, Járkiv y Lviv. El ataque mató al menos a 58 personas e hirió a más de 160.
Bombardeo de Zaporiyia (enero de 2025)
Un ataque ruso contra la ciudad de Zaporiyia provocó la muerte de al menos 13 civiles y heridas a otros 113. El ataque tuvo lugar en una calle muy transitada y causó muchos daños a la infraestructura.
Éstos son sólo algunos de los múltiples ataques rusos contra civiles inocentes.
Es difícil determinar el número exacto de víctimas. Se calcula que, desde el comienzo de la guerra, han muerto más de 12.500 civiles, incluidos 650 niños.
En tres años de horrores como estos, el coraje y la resistencia del ejército ucraniano y del pueblo al que defiende han sido notables. Putin creía que podía conquistar Ucrania y someter a su pueblo en pocos días, pero estaba muy equivocado. Mientras Ucrania paga un alto precio por su libertad, observo cada día cómo su pueblo permanece firme e inquebrantable frente a la agresión rusa en todos los niveles de la sociedad: desde los dirigentes políticos hasta los militares, los rescatistas, los trabajadores de todos los ámbitos, las abuelas que soportan apagones eléctricos en el frío, y muchos más. Si bien en la UE sentimos una profunda admiración por esta resiliencia, también sabemos que Ucrania necesita más que palabras de apoyo.

Es por ello que la UE ha sido el mayor contribuyente de apoyo a Ucrania entre sus socios internacionales desde febrero de 2022. El apoyo total de la UE en las esferas militar, económica, macrofinanciera y humanitaria asciende ahora a 134 mil millones de euros. Al mismo tiempo, el apoyo militar de la UE y sus Estados miembros supera los 48 mil millones de euros, y la misión de entrenamiento EUMAM ha proporcionado entrenamiento a 70.000 soldados ucranianos. Y puedo decir sin lugar a dudas que la UE está y seguirá estando firmemente comprometida con Ucrania. Le proporcionaremos más apoyo militar y de otro tipo en 2025 y más adelante.
En las últimas semanas se ha producido una oleada de noticias sobre posibles negociaciones para poner fin a la guerra. En primer lugar, sólo Ucrania puede determinar las condiciones de las negociaciones. No puede haber conversación sobre Ucrania sin la participación de Ucrania. Además, esta es una guerra en Europa. Y para que cualquier proceso conduzca a una paz justa, amplia y duradera, Ucrania y la UE deben participar activamente. Ucrania necesita garantías de seguridad sólidas como parte de cualquier acuerdo. También en este ámbito apoyaremos a Ucrania.
Nadie desea más la paz que Ucrania, que ha sido invadida y ha sufrido las terribles consecuencias de esta guerra. Mientras tanto, Rusia sigue con sus incesantes ataques, tanto en el frente como mediante ataques nocturnos con drones y misiles contra infraestructuras críticas en ciudades situadas muy lejos del frente, y sigue ampliando sus fuerzas armadas. El reciente ataque con drones al sarcófago de la central nuclear de Chornóbyl fue el último acto particularmente imprudente que se sumó a la destrucción de la presa de Nova Kajovka y muchas otras. Estas no son las acciones de un país que sinceramente desea la paz. Para lograr la paz mediante la fuerza, Ucrania debe tener una posición fuerte en el campo de batalla para obligar a Rusia a negociar de buena fe.
Se ha intensificado el debate sobre las elecciones en Ucrania. Permítanme ser claro: Ucrania no es Rusia. La democracia está arraigada en el ADN del país. En los últimos 25 años Ucrania ha elegido cinco presidentes diferentes, quienes, tras finalizar su mandato, no se aferraron al poder, como en otros países vecinos. Sin embargo, no se pueden celebrar elecciones libres y justas en un país en guerra, sometido a ataques día y noche. Como acordaron los grupos políticos de Ucrania en el marco del Diálogo Jean-Monnet facilitado por la UE, Ucrania tiene la intención de organizar elecciones dentro de los seis meses siguientes al fin de la ley marcial. Para que esto sea posible, Ucrania debe tener la seguridad de que cualquier acuerdo que celebre estará respaldado por sólidas garantías de seguridad para evitar futuras agresiones rusas y asegurar la integridad del proceso electoral.
A nivel mundial, el orden internacional basado en reglas que es central para nuestros valores europeos está amenazado por quienes preferirían volver a los tiempos más oscuros del “poder hace la razón”. Incluso frente a los serios desafíos, la UE defenderá sus principios de democracia, estado de derecho, respeto de los derechos humanos y un orden internacional basado en reglas con el multilateralismo constructivo en su núcleo. En un mundo cada vez más inestable, tanto en Bruselas como en los Estados miembros existe una clara convicción de que debemos hacer más en términos de nuestra propia preparación defensiva. Para ello, la Comisión Europea y la alto representante están dispuestos a presentar propuestas concretas, y la defensa sigue siendo una prioridad en la agenda del Consejo Europeo. Así es como Europa da un paso adelante.
El próximo lunes, muchos líderes, incluido el Colegio de Comisarios, se reunirán en Kyiv para conmemorar el tercer aniversario de la brutal e injustificada invasión a gran escala por parte de Putin. Esta visita enviará un poderoso mensaje de apoyo a Ucrania y reafirmará nuestro compromiso con su soberanía, libertad y democracia.
También seguiremos trabajando con nuestros socios ucranianos en el proceso de adhesión de Ucrania a la UE. Los ucranianos han optado claramente por seguir el camino europeo, incluso en medio de grandes dificultades. Ucrania ha logrado avances notables en las reformas relacionadas con la adhesión, que resultan aún más impresionantes por el hecho de que al mismo tiempo están librando una guerra existencial por la supervivencia. Si bien el proceso para convertirse en miembro de la UE es riguroso, la determinación de Ucrania de trabajar duro es clara. Y estamos igualmente decididos a apoyar a Ucrania en su camino hacia la reforma.
La adhesión de Ucrania a la UE no sólo beneficiará a Ucrania, sino también a la UE. En el plano militar, la UE tiene mucho que aprender de Ucrania, debido a su experiencia en la lucha terrestre en el siglo XXI y a su desarrollo y uso pioneros de drones y otras tecnologías de vanguardia en el campo de batalla. Ucrania tiene una sólida base industrial, una impresionante esfera de tecnología de la información, abundantes tierras agrícolas fértiles, abundantes recursos naturales, un sistema educativo de calidad y, por supuesto, tal vez su mayor activo: una población ingeniosa, emprendedora, creativa y trabajadora. En resumen, todas estas fortalezas que posee Ucrania también fortalecerán a la UE.
Éste es el futuro por el que trabajamos todos juntos, incluso en estos tiempos tan difíciles: una Ucrania soberana y libre, fuerte y segura, próspera y floreciente, y firmemente arraigada en la familia europea.

* Las opiniones expresadas por el autor pueden no coincidir con las del equipo editorial.